Desde el Exilio

A él que sabe más de mis miedos que ninguno. Te quiero desde el primer momento, aunque no quise darme cuenta y lo intenté disimular. Te quiero porque sabes que necesito que cada día me lo digas y lo haces, porque junto a ti los miedos son tan solo un mal rato y que ambos queremos pasear siempre de la mano por la playa. Te quiero aunque el viento de levante nos azote de vez en cuando y lo hago porque no te dejas mover ni un poco por él, esperas impertérrito a que pase la tormenta, pero nunca me sueltas de la mano. Hemos tomado una decisión, para mí la mejor de todas, si de algo no me arrepiento es de amarte como te amo y de respetarte cada día de los que comparto y compartiré contigo. Cuando hablamos de nuestros inicios nos miramos embobados y ninguno recuerda haber hablado de pasar la vida entera juntos, pero ya ves, ha llegado y solo quedan días para que así sea... Hace tanto que no escribo que no me salen ni las palabras, pero solo quería recordarle a mi pequeño rincón,