Yo, seré tu red.
Cuando se fue lo hizo sin nada, dejó todos sus libros a excepción de uno y metió en la maleta la ropa que más usaba. Entró en el taxi conteniendo la mueca de dolor e intentando controlar su respiración para que pareciese relajada y segura. Le apetecía fumar, eso siempre le pasaba cuando la situación se tornaba difícil y no se creía capaz de superarla. Encendía un cigarrillo, lo miraba unos segundos mientras dejaba que el humo le llenara los pulmones y el cuerpo se le relajaba. - Espere un momento, por favor. El taxista hizo un ademán por el espejo y ella salió del coche. Ambas se fundieron en un abrazo y el llanto le recorrió el alma pidiendo a gritos salir, esos abrazos solo se dan cuando el miedo te lo pide, cuando sabes que vas a caer y esperas que alguien te recoja. Se miraron por un instante y se volvieron a encontrar años atrás. Llevaban uniformes de colegio y esperaban en aquel patio del pozo a que llegaran de casa para recogerlas. Estaban de la mano, en un banco de