La manera en que te quise...
Recordar la manera en que te quise me desvela. Me ahoga. Le hace a mis lágrimas salir de la cama... Si supieras de qué forma te imaginé... Quizás no te quise bien, pero te quise... Supuse una vida con tu nombre y tierra en nuestros zapatos. He escrito mucho de un final, no del nuestro, pero hay que sacar el veneno de la herida antes que se infecte. Recuerdo en algunas mañanas tu sonrisa, tus besos antes de marcharte y tu mano empujándome a seguir... En días como hoy, siento el peligro de recordarte entre lágrimas, de pensarte tan lejos de mí y de meter en cajas lo que pudo ser y fue de manera equivocada. Si no hubieras dejado que me hiriesen, si yo no hubiera permitido que me importara... Este es mi duelo, porque aunque los que abandonan, parece ser que no pueden sentir debilidad, lo camuflo entre las sábanas del rencor y el fracaso y hoy he decido ceder con mi corazón y llegar al acuerdo de enterrarlo todo. No siempre los que cierran la puerta y se marchan son los