¿Cuándo dejas de sentir?


No te despiertas un día y dejas de querer a alguien o esa persona que tanto te importaba y por la cual has dado hasta lo que no tenías, deja de importante.
Es un proceso lento y en ocasiones doloroso, en el que poco a poco vas notando como cada día que pasa resta.

El amor no deja de sentirse una mañana, cuando al despertar te miras al espejo. No dejas de ver con los mismos ojos, un martes trece, o llega el uno de enero y todo acaba para empezar de nuevo.
Ese amigo que tanto te ha dado llega un día en que te defrauda y es ahí, es ese momento, en ese instante, cuando se crea una pequeña grieta en tu interior, es entonces, cuando poco a poco, por mucho que te preocupes en mantenerla, se resquebraja lentamente.

Recuerdo el principio de todo, cómo de un día para otro aquella amistad dejó de ser.
Intenté por todos los medios mantener la ilusión, luché contra tus desplantes y esperé impaciente a que se te pasara esa manía por querer sacarme de tu vida.
Lloré tantas noches, que no recuerdo ni una sola en la que no haya caído rendida a los brazos de Morfeo, por puro cansancio.

Hoy, cuando el tiempo ha pasado y tus azotes han llegado a puertos en los que no yo no tenía un barco en el refugiarme si no era como polizón, me he dado por vencida y he dejado que aquello se terminara por romper, hasta el punto en que no duele.
Nunca pensé que llegaría a no sentir, y tengo que decir que ha sido más agonizante la espera, que el final.
También recuerdo la primera vez que llegó el amor a mi vida, ahora lo recuerdo sin llorar e incluso con cariño.

La primera vez hizo que el cristal comenzara a crujir bajo mis pies, intenté hacer poco ruido para que no se terminara de romper, pero el tiempo se encargó de que estallara y me dejara ciega.
No desperté un día y dejé de quererle, desperté un día, después de muchos martes y trece culpándome por aquello y supe  que había terminado y que ese boquete se había ido llenando con otras cosas, hasta el punto en que dejó de escocerme.

La gente no deja de sentir porque tenga una mala noche, porque ese día haga más frío que el resto, se deja de sentir después de heladas y muchas malas noches bajo cero. Se deja de sentir porque no hay más mañanas de esperas estúpidas y ya, ya no quedan ganas.

Merche...


Comentarios

Entradas populares de este blog

El Lunes.

Yo, seré tu red.