Arena...

 






La forma en la que me miras, dibujando alguna chispa en tus retinas, recordándole a mi esencia lo que soy capaz de lograr, me desarma.

Me desarman también tu mano en mi pierna, la levedad de tus dedos jugando con la tela de mis vaqueros, la fuerza con la que me acercas a ti para soltarme luego reprimiendo tus ganas.

Adoro la manera en la que rebuscas en nuestro pasado alguna anécdota que revivir de pronto, cómo me haces reír o cómo te empeñas en que no olvide que soy más fuerte de lo que creo y la  comisura de tus labios húmedos esperando que rompa la tregua de nuevo y te vuelva a besar.

Creo en tus palabras, en la incertidumbre de desvestirte a medias, la calidez de tus <<No pasa nada>> o el fulgor de tus deseos a medias.

Confío en que no te marches, en que te alejes a ratos y lo suficiente para no amarrarme a ti como en aquel tiempo, confío en que a veces eres tan duro con mis pensamientos para que ello me haga a su vez más fuerte a mí…

Te veo en algunos poemas, te siento en las canciones que los lunes me despiertan con un: “buenos días” y en los estribillos que cantamos luego juntos en el coche.

Te esperaba, y te espero cada día, agazapada en la mayor de las excusas, deseando como cuando era más niña, que me recojas, no solo en la acera, sino a mí, siendo y persistiendo, abandonándome a tu caricia y a tus consejos, cerrando los ojos y pensando en las veces que fuimos libres sin saberlo, en los cristales de aquella habitación que nos separaba de las miradas que juzgaban aquello que no entendían.

Te deseo y lo haré siempre, tanto como deseo que no te pierdas de mi camino, que no te rindas, que te sea suficiente volver a tenernos a medias, que el diván de las caricias te sea el combustible de las mentiras que nos decimos para no herirnos.

Deseo que tus manos se pierdan de nuevo en mi historia, que camines arrojando a mis pies cuanta arena te sobre y que sobre todo y sobre todas las cosas, sigas leyendo cada palabra que te escribo para amarme de nuevo en ellas, cuando no estemos juntos.

Merche…

 

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