"No llores"
Andrea no tiene nada de particular, es una chica de andar por casa
(casi siempre en pijama) y de las que come chocolate a cualquier hora. Necesita pasar un rato en la cama antes de
levantarse y detesta tener el armario desordenado.
Tiene un
carácter fuerte, aunque en ocasiones si recibe una palabra más alta que la otra
puede que termine el asunto en alguna lágrima.
Llorar, llora
mucho, lo hace por pena, por lástima o por ira, la cosa es que aunque se pellizque
las piernas y los brazos, no puede reprimir el brillo de sus ojos.
En ocasiones
eso la hace sentirse vulnerable, sobre todo cuando siente impotencia por algún
motivo y se le llenan los lagrimales. “No llores Andrea, no llores” y respira
profundamente e intenta dibujar una cínica sonrisa pero de pronto la comisura
de los labios se le tuerce, le tiembla la parte inferior de la boca y la
mandíbula le tira hacia abajo. “No llores Andrea, no llores, vamos por favor,
no llores….”
Pero no le sirve de nada decirse en voz baja y sin hablar que no
es el momento, porque de un momento a otro comenzará a ahogarle ese
nudo intenso en la garganta y terminará por romperse el llanto.
Cada año se
propone reprimir sus sentimientos, hay gente que quiere ir al gimnasio o fumar
menos, pero ella quiere no llorar cuando no debe hacerlo.
Andrea es
fuerte, ha soportado más de lo que muchos pueden llegar a imaginar, por eso se
siente tan inofensiva cuando le ocurre esto, será porque en el fondo es como
perder la batalla con su ego personal.
Sabe que llorar
no es ni de cobardes ni de niños, sabe que es normal que se le humedezcan los
ojos y se le enturbien las retinas cuando ocurre algo emocionante, pero también
sabe, que ahí fuera, el mundo no distingue entre cobardes que tienen pataletas
y valientes que prefieren romperse a romper.
Merche…
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